¿Qué hacer si la policía te detiene?

Leandro Ariel Fernández
Docente, contenidista y abogado penalista enfocado en ejecución penal y sistemas adversariales acusatorios. PD: Si no hay responsabilidad afectiva y albahaca para el pesto, que no haya nada.

En situaciones cotidianas o extraordinarias, es importante saber cuales son nuestros derechos y obligaciones. Que puede hacer la policía y que no. Un manual necesario en un mundo violento.

Cuando saliste con amigues a tomar una birra en una esquina. Cuando fuiste a ver ese recital en La Plata, en un partido de fútbol. Cuando te plantaste en una manifestación para defender derechos. Cuando saliste a la calle a exigirle al Estado que cumpla alguna obligación…

En cualquier oportunidad  seguro que alguna vez tuviste algún problema con las fuerzas de seguridad. Agentes a la espera de reprimir y dispersar o avanzando con hidrantes sobre trabajadores. La Montada, a palazo limpio en el ingreso a la tribuna. Los policías del barrio, que se bajan al grito de “Manos contra la pared” y no saber si vas a volver.

En cualquiera circunstancia, es seguro que sentiste el riesgo o la posibilidad de ser demorado, requisado o detenido por las fuerzas de seguridad. Podríamos nombrar muchas sensaciones que surgen en momentos como esos. En todas, existe un denominador común: el miedo

Uno de los factores que alimenta ese miedo es la posibilidad de sufrir episodios de lo que se denomina represión estatal: funcionarios de las fuerzas de seguridad utilizan su autoridad o fuerza pública de manera ilegítima; juzgados, tribunales o fiscalías que convalidan procedimientos policiales sin el menor cuestionamiento; agentes del poder judicial que no tramitan los habeas corpus o desestiman denuncias. Informes médicos del servicio penitenciario certificados aún cuando contengan conclusiones absurdas. Las agencias del Estado producen y reproducen violencia, entre otras cosas, como un mecanismo de control de los segmentos más postergados de la población. Y eso produce miedo.

Otro de los factores es la incertidumbre por la falta de información. En particular, todo lo que tiene que ver con lo jurídico y legal se mantiene como un ámbito esotérico. Prácticas ocultistas y protagonistas que se reservan para sí una exclusividad en el acceso a esa esfera del conocimiento cuyo resultado es, vaya paradoja, vulnerar derechos. 

Aunque en los últimos años se dio un movimiento en favor del acceso a la información pública y de la transparencia en los actos de gobierno, existe un conjunto importante de derechos, garantías, deberes y obligaciones que se mantienen en un espectro reservado, dominado por el secretismo. Esto se traduce en situaciones de gran desigualdad, desamparo y vulnerabilidad, y con particular intensidad en el ámbito del derecho penal, dada la especial relevancia de lo  que están en juego: nuestra libertad ambulatoria. 

  1. Con un buen conjunto de datos y un fuerte activismo con  la más amplia difusión, es posible reducir la incertidumbre y a la vez se puede disminuir la posibilidad de verse inmerso en episodios de represión estatal. Con las debidas herramientas, podemos conformar –desde el territorio– los contra mecanismos de control para mejorar la democracia.

Acciones y consejos para una situación de detención (antes y durante la misma)

Algunos aspectos generales

Los miembros de las fuerzas de seguridad tienen, en general, un enorme poder en sus manos. Lo saben, lo aprovechan a su favor, en muchos casos abusan de él. A partir de ello, cuando nos abordan, esperan de nosotres dos actitudes: un miedo que nos paralice, o que confrontemos en forma agresiva. En cualquier caso, aumenta su poder y nuestra vulnerabilidad.

Para reducir esta asimetría de fuerzas, es muy importante la actitud que tomamos ante un agente. Entonces, lo primero: tratar de mantener la calma e intentar que se desarrolle un diálogo. Si mostramos un discurso firme, coherente, seguro e informado, quien esté en frente s sabrá que tenemos suficientes herramientas para enfrentar una situación de exceso y eso lo colocará en un estado de alerta.

Es conveniente darle información al agente que tenemos delante. El accionar de la Policía no debe incluir ni detenciones ni registro de prendas u objetos si no se cree que se está cometiendo un delito o por orden judicial. Pero esto no desplaza la función de prevención. En ese sentido, es recomendable responder con calma preguntas como “de dónde vienen” o “a dónde van”, por más que nos resulten arbitrarias. 

Cuando nos encontramos en una situación de riesgo es de gran utilidad pensar en una lógica de reducción de daños: usar a nuestro favor todas las herramientas que podamos, y evitar colocarnos en posiciones que nos jueguen en contra. Además, pensemos que siempre se pueden realizar denuncias de abuso de poder posteriormente, así como solicitar la nulidad de las causas en caso de que se planten pruebas. 

Sobre la acreditación de identidad

No existe ninguna ley que obligue a las personas a llevar consigo su documento de identidad. Traducido: nadie está legalmente obligado a llevar sus documentos. Sin embargo, la falta de documentos es una excusa habitual para detenerte, con lo cual es importante tener siempre encima el DNI.

Lo que sí puede suceder es que la Policía Federal demore a personas para establecer su identidad, pero deben darse en forma simultánea los requisitos que establece la ley 23.950 :1) cuando existan circunstancias que permitan presumir que cometiste o que vas a cometer un delito o una contravención, y 2) si no podés acreditar tu identidad. Esta demora no puede exceder de las 10 horas.

Cacheos y requisas

Cuestiones terminológicas para aclarar:

  • Cuando se habla de requisa, se trata de una revisación de tu cuerpo, de tus cosas o del automóvil en el que viajas. El motivo es buscar cosas relacionadas con un posible delito (cometido o por cometerse). 
  • En el caso de que se trate de una revisación meramente superficial o sobre la ropa (como se da en el caso de los ingresos a determinados eventos públicos, por ejemplo), nos encontramos ante un cacheo

Es fundamental tener claras las condiciones de posibilidad para un cacheo o requisa y, por tanto, cuáles son los límites que marcan la frontera de la ilegalidad.

1) Si la revisación es realizada por medio de tratos crueles, humillantes o degradantes (por ejemplo, registros personales manuales con obligación de desnudarse y prácticas invasivas sobre el cuerpo), se la denomina requisa vejatoria, y es tanto ilegítima como ilegal.

2) La revisación puede ser realizada únicamente por personal de tu mismo género. (sean estos efectivos policiales, médicos -a quienes se les puede exigir que exhiban su matrícula-, agentes de prefectura o gendarmería, etc.

3) En general, la Policía no puede requisarte sin orden judicial. La excepción está dada por alguna causa concreta que lo justifique (por ejemplo, si un agente de las fuerzas te observa con un revólver en mano), y siempre que te encuentres en un lugar público. Si no están configuradas esas circunstancias excepcionales y de todos modos te requieren revisar tus prendas, bolsos o mochilas, exigí orden judicial. Si aún así insisten con realizar la revisación, reclamá la presencia de dos testigos, al menos. Solicitá que se deje constancia que la requisa sin orden judicial ni motivos de urgencia es un abuso de autoridad y reservate el derecho de denunciarlo.

4) Es muy importante que, en la medida de lo posible, filmes el procedimiento. Es un derecho que te asiste y una prueba de gran peso para eventuales denuncias por abuso de poder. 

Antes de la detención

Cualquiera que haya pasado por esta situación puede afirmar que es horrible y se queda corto. Las agencias de control social estatales, representadas por su brazo armado, contra una persona que, en todo caso, tiene una mochila, una billetera y un celular. Es importante contar con la mayor cantidad de instrumentos para defenderse de manera eficaz, reducir los niveles de violencia y que la experiencia sea lo menos traumática posible. Como ciudadanos, tenemos en nuestras manos varias herramientas para ejercer algún mecanismo de control sobre las agencias del Estado.

Obligaciones de la policía en caso de que te detengan:

  • Tienen que permitirte hablar por teléfono con un familiar, abogade o una persona de tu confianza. La inmediata presencia en la comisaría de gente que esté con vos es esencial, para que sepan que estás en companía y que eventualmente lo que hagan con vos puede tener repercusiones instantáneas (por ejemplo, con la rápida difusión de tu caso en las redes sociales). 
  • Tienen que informarte, tanto a vos como a quien consulte por vos en la comisaría, si la detención responde o bien a una acusación por un delito o contravención, o bien se trata de identificación o averiguación de antecedentes.
  • Cuando la orden judicial es requisito, tenés derecho a exigirles que te muestren la orden y tomar nota del nombre del juez o jueza que lleva la causa para saber el juzgado que tramita tu caso. Además, debe haber siempre 2 (dos) testigos, y no pueden pertenecer al personal policial.

Cosas que no puede hacer la policía

  • Detenerte sin orden judicial, salvo que te encuentren a punto de cometer un delito o cometiéndolo.
  • Tomarte declaración bajo ningún concepto. Te tienen que informar cuál es el hecho que afirman que cometiste y las pruebas que hayan en tu contra. Para declarar, deben llevarte siempre ante un juez o jueza. 
  • Interrogarte, salvo para datos que respondan estrictamente a identificarte.
  • Obligarte a firmar ningún documento. Si te obligan a firmar algo con lo que no estás de acuerdo o no llegaste a leer, antes de tu firma podés poner “APELO”, para luego impugnarlo en la sede que corresponda.

Situaciones en la vía pública

En contextos de violencia en un ámbito urbano muchas veces la dinámica de los hechos resulta muy difícil de manejar. La complejidad de la calle, el vértigo y las pulsaciones pueden condicionar la capacidad de reacción. Consejos que pueden servir para estar mejor preparados ante un posible evento de cacheo, requisa o detención en la vía pública:

  • Gritar tu nombre, apellido, DNI y teléfono, en caso de que consideres que te encontrás en situación de detención ilegal.
  • Tener presentes hora, fecha y lugar. Esto nos va dar la posibilidad de determinar quiénes fueron los agentes policiales que participaron, y cuánto tiempo pasaste demorado, arrestado o detenido. 
  • Contar cuantos oficiales eran y, de ser posible, observar las insignias pegadas en el uniforme (determinan su cargo jerárquico). Ideal: tomar nota o recordar el número de placa o identificación, apellido y nombre del agente.
  • Intentá ver si en la zona hay cámaras de seguridad o si alguien alrededor está filmando o sacando fotos, para que replique rápidamente tu situación en las redes sociales.
  • Si estás ante una intervención policial y entendés que puede haber alguna irregularidad, acercate, consultá los motivos, intentá identificar a los efectivos policiales, aplicá los consejos anteriores. Pedile a la persona que está siendo detenida que grite sus datos, difundilo en tus redes. En CABA, Si llamás al 911, queda registrada la intervención policial en esa detención. Si presenciaste cualquier hecho de violencia, acércate a hacer la denuncia. Desde ya, no te recomendamos que lo hagas en una comisaría. Chequeá los juzgados o fiscalías que estén de turno.
  • Si sabés de una detención, podés acercarte a algún organismo de DDHH o de activismos contra la represión estatal, para difundir esa información e incluso eventualmente presentar un hábeas corpus. También podés ejercer presión acercándote a la comisaría donde se encuentra detenida esa persona, preguntar si dicha persona se encuentra allí detenida, los motivos de la detención y quién es el juez o jueza que ordenó la medida. Recordemos que, cuanto más gente sepa sobre una detención, más posibilidades tenemos de reducir los niveles de violencia y más rápido tendrá que responder la agencia estatal.

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