Hoy en el país más de la mitad de los niños y niñas de nuestro país son pobres, ese dato sí se hizo más conocido, pero aquí hablaremos de pobreza general.
En septiembre del 2021 el INDEC informó en el documento sobre la incidencia de la pobreza que el 31.2% que los hogares argentinos estaban bajo la línea de pobreza porque reciben menos de $62.989 por mes, que era el costo de la canasta básica total a nivel nacional a esa fecha. También había más de 750 mil hogares bajo la línea de indigencia, con ingresos menores a $26. 875, mientras que la pobreza general supuestamente se reducía al 40.6%
Veamos una comparación de números con la Encuesta Permanente de Hogares:
En el segundo trimestre de 2021, el ingreso medio de la población fue de $26.021.
Para entender bien qué significa el ingreso medio de la población: es el ingreso medio de la población es el promedio de lo que cobran todas las personas que habitan este país, tengan trabajo registrado o no, reciban algún subsidio o asistencia o no reciban ningún ingreso, un promedio de todos los ingresos y todas las personas.

La canasta básica hoy, es superior a $73.918 para un hogar de 4 personas en Gran Buenos Aires.
Por otro lado, y según el INDEC, el ingreso medio de la población con ingresos es menor a $44.000.
En este caso, el ingreso medio de la población con ingresos mide solo a la población con ingresos por trabajo registrado o subsidios, planes sociales, pensiones o cualquier tipo de ingreso.
A fin de cuentas, lo que este número quiere decir es que en un hogar de 4 personas, al menos 2 deben trabajar la jornada completa para sostener un hogar sobre la línea de pobreza.
Para entender hasta el momento: Sí la canasta básica supera los $72.000 pesos, se necesitan al menos dos personas para mantener una familia fuera de la pobreza.
Mientras hoy el salario mínimo espera alcanzar los $32.616 en febrero de 2022.
Con una inflación mensual que ronda el 3%, este salario podrá comprar en febrero, lo que hoy equivale a $30.000.
Según los datos publicados en relación a ingresos a junio de este año, el 60% de los hogares en nuestro país perciben menos de lo necesario para no ser pobres. ¿Por qué?

Esta medición muestra el ingreso que tienen los habitantes agrupados en 10 deciles según ingresos. Si analizamos el cuadro, vemos que recién las familias en el 6to decil tienen ingresos hasta $77.00, por lo que hay una buena porción de los hogares dentro de este grupo que no reúne los ingresos para estar por encima de la línea de pobreza.
Si analizamos los ingresos de las personas de forma individual, hablamos de que el 60% de la población, percibe per cápita hasta $40.000 pesos mensuales, además en esta cantidad de plata está incluida toda fuente de ingreso, incluyendo jubilaciones, pensiones o subsidios.

Además y según informa el mismo organismo, el 80% de la población ocupada en nuestro país cobra de su fuente principal de ingresos hasta $60.000.
Entonces, mientras se sostiene de forma oficial que la pobreza en Argentina alcanza al 42% de la población, sin embargo los informes estadísticos oficiales confirman que la misma aún con los datos actualizados, la pobreza está entre el 50 y el 60%.
¿Por qué? En la actualidad, si en una familia tipo hay dos adultos que trabajan registrados y cobrando el salario mínimo,( $32.000 último aumento del salario mínimo vital y móvil), la suma de sus ingresos no supera los $72.0000, por lo tanto, esa familia es pobre. Tener trabajo registrado y regulado por la ley no implica estar por encima de la línea de pobreza.
Todo esto es sin tomar en cuenta la pobreza multidimensional y las malas mediciones que el Estado Argentino ha tenido como política a lo largo de los años. La información que producen los organismos oficiales es difícil de leer, no sostienen ningún método a lo largo del tiempo, están presentados de forma inentendible. Tampoco está disponible ni publicada de forma sincrónica. Los informes que hablan de pobreza son contradecidos por los propios informes de distribución del ingreso.
Todo esto representa una problemática realmente seria, ya que sin datos, no solo falta parte de la realidad, sino que las políticas públicas que se generen van a ser engañosas e insuficientes.
Luego de tantos años de políticas públicas mal elaboradas y aplicadas, todavía no hemos cambiado la forma de pensar, medir y hablar de la pobreza.
